En esta ocasión me interesa discutir algo que va más allá del chocolate. CHEELZI ha crecido defendiendo su posición como un producto artesanal, pero en la parte jurídica es difícil establecer qué normas afectan a la producción no industrializada.
Aun así, dentro de las llamadas Normas Oficiales Mexicanas (NOM) podemos encontrar parámetros que nos sirvan de referencia. La NOM 186 tiene entradas importantes sobre cacao, chocolate y productos similares; la NOM 070 habla específicamente del mezcal artesanal. Ahora se está proyectando una nueva NOM (217) que podrá centrarse en los productos de confitería. Más adelante nos daremos la oportunidad para profundizar al respecto.
Lo esencial ahora es crear conciencia sobre estos detalles, no sólo porque es algo que toda empresa de productos artesanales debe de tomar en cuenta, sino porque es algo que se relaciona directamente con el consumidor. El carácter artesanal del producto va más allá del hecho de que son únicos y que se elaboraron con pasión; nuestros productos están dirigidos a un comensal específico. Esto significa que nos importan y afectan las quejas de cualquier persona, pues nuestro esfuerzo está centrado en satisfacer un gusto diferente. Siendo honestos, a la mayoría de los productores industrializados la queja de una sola persona no le va a importar demasiado; para el productor artesanal, complacer a esa persona disgustada es un verdadero objetivo.
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